miércoles, 30 de junio de 2010

Nosotros decimos no. Eduardo Galeano. 30-06-2010

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Nosotros decimos no. Eduardo Galeano

Este es el discurso de inauguración de las jornadas de «Chile crea», en Santiago de Chile, a mediados de 1988.)

Hemos venido desde diversos países, y estamos aquí, reunidos a la sombra generosa de Pablo Neruda: estamos aquí para acompañar al pueblo de Chile, que dice no.

También nosotros decimos no.

Nosotros decimos no al elogio del dinero y de la muerte.

Decimos no a un sistema que pone precio a las cosas y a la gente, donde el que más tiene es el que más vale, y decimos no a un mundo que destina a las armas de guerra dos millones de dólares cada minuto, mientras cada minuto mata treinta niños por hambre o enfermedad curable.

La bomba de neutrones que salva a las cosas y aniquila a la gente, es un perfecto símbolo de nuestro tiempo.

Para el asesino sistema que convierte en objetivos militares a las estrellas de la noche, el ser humano no es más que un factor de producción y de consumo y un objeto de uso; el tiempo, no más que un recurso económico; y el planeta entero una fuente de renta que debe rendir hasta la última gota de su jugo.

Se multiplica la pobreza para multiplicar la riqueza, y se multiplican las armas que custodian esa riqueza, riqueza de poquitos , y que mantienen a raya la pobreza de todos los demás, y también se multiplica, mientras tanto la soledad: nosotros decimos no a un sistema que no da de comer ni da de amar, que a muchos condena al hambre de comida y a muchos más al hambre de abrazos.

Decimos no a la mentira. La cultura dominante, que los grandes medios de comunicación irradian en escala universal, nos invita a confundir el mundo con un supermercados o una pista de carreras, donde el prójimo puede ser una mercancía o un competidor, pero jamás un hermano.

Esa mentirosa cultura, que cursimente especula con el amor humano para arrancarle plusvalía, es en realidad una cultura del desvínculo: tiene por dioses a los ganadores, los exitosos dueños del dinero y el poder, y por héroes a los uniformados rambos que les cuidan las espaldas aplicando la Doctrina de seguridad Nacional.

Por lo que dice y por lo que calla, la cultura dominante miente que la pobreza de los pobres no es un resultado de la riqueza de los ricos, sino que es hija de nadie, proviene de la oreja de una cabra o de la voluntad de Dios, que hizo a los pobres perezosos y burros.

De la misma manera, la humillación de unos hombres por otros no tiene porqué motivar la solidaria indignación o el escándalo, porque pertenece al orden natural de las cosas: las dictaduras latinoamericanas, pongamos por caso, forman parte de nuestra exhuberante naturaleza y no del sistema imperialista del poder.

El desprecio traiciona la historia y mutila al mundo.

Los poderosos fabricantes de opinión nos tratan como si no existiéramos, o como si fuéramos sombras bobas.

La herencia colonial obliga al llamado Tercer mundo, habitado por gente de tercera categoría, a que acepte como propia la memoria de sus vencedores y a que compre la mentira ajena para usarla como si fuera la propia verdad.

Nos premian la obediencia, nos castigan la inteligencia y nos desalientan la energía creadora.

Somos opinados, pero no podemos ser opinadores.

Tenemos derecho al eco, no a la voz, y los que mandan elogian nuestro talento de papagayos. Nosotros decimos no: nos negamos a aceptar esta mediocridad como destino.

Nosotros decimos no al miedo. No al miedo de decir, al miedo de hacer, al miedo de ser.

El colonialismo visible prohibe decir, prohibe hacer, prohibe ser.

El colonialismo invisible, más eficaz, nos convence de que no se puede decir, no se puede hacer, no se puede ser.

El miedo se disfraza de realismo: para que la realidad no sea irreal, nos dicen los ideólogos de la impotencia, la moral ha de ser inmoral.

Ante la indignidad, ante la miseria, ante la mentira, no tenemos más remedio que la resignación.

Signados por la fatalidad, nacemos haraganes, irresponsables, violentos, tontos, pintorescos y condenados a la tutela militar.

A lo sumo, podemos aspirar a convertirnos en prisioneros de buena conducta, capaces de pagar puntualmente los intereses de una descomunal deuda externa contraída para financiar el lujo que nos humilla y el garrote que nos golpea.

Y en este cuadro de cosas, nosotros decimos no a la neutralidad de la palabra humana.

Decimos no a quienes nos invitan a lavarnos las manos ante las cotidianas crucifixiones que ocurren a nuestro alrededor.

A la aburrida fascinación de un arte frío, indiferente, contemplador del espejo, preferimos un arte caliente, que celebra la aventura humana en el mundo y en ella participa, un arte irremediablemente enamorado y peleón.

¿Sería bella la belleza si no fuera justa?, Sería justa la justicia si no fuera bella?.

Nosotros decimos no al divorcio de la belleza y de la justicia, porque decimos sí a su abrazo poderoso y fecundo.

Ocurre que decimos no, y diciendo no estamos diciendo sí.

Diciendo no a las dictaduras, y no a las dictaduras disfrazadas de democracias, nosotros estamos diciendo sí a la lucha por la democracia verdadera, que a nadie negará el pan ni la palabra y que será hermosa y peligrosa como un poema de Neruda o una canción de Violeta.

Diciendo no al devastador imperio de la codicia, que tiene su centro en el norte de América, nosotros estamos diciendo sí a otra América posible, que nacerá de la más antigua de las tradiciones americanas, la tradición comunitaria: la tradición comunitaria que los indios de Chile defienden, desesperadamente, de derrota en derrota, desde hace cinco siglos.

Diciendo no a la paz sin dignidad, estamos diciendo síal sagrado derecho de rebelión contra la injusticia y su larga historia, larga como la historia de la resistencia popular en el largo mapa de Chile.

Diciendo no a la libertad del dinero, nosotros estamos diciendo sí a la libertad de las personas: libertad maltratada y lastimada, mil veces caída, como Chile, y como Chile, mil veces alzada.

Diciendo no al egoísmo suicida de los poderosos, que han convertido al mundo en un vasto cuartel, nosotros estamos diciendo sí a la solidaridad humana, que nos da sentido universal y confirma la fuerza de fraternidades más poderosas que todas las fronteras con todos sus guardianes: esa fuerza que nos invade, como la música de Chile, y como el vino de Chile nos abraza.

Y diciendo no al triste encanto del desencanto, nosotros estamos diciendo sí a la esperanza, la esperanza hambrienta y loca y amante y amada, como Chile: la esperanza obstinada como los hijos de Chile rompiendo la noche.

Extraido de:
http://www.patriagrande.net/uruguay/eduardo.galeano/nosotros/nosotros.htm
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Seamos más claros - Silo


"... Seamos más claros. Si he acostumbrado mi mente a desechar el análisis de un fenómeno aislado, desconectado de aquellos otros que lo explican.

Si he comprobado experimentalmente la interconexión de fenómenos y la necesidad de comprenderlos de acuerdo a su posición en una estructura general.

Si entiendo que un sistema cualquiera se comprende teniendo en cuenta el medio en que se desenvuelve, el sistema mayor que lo alimenta y uno menor que recibe del mismo.

Si he comprobado ciclos de una planta que nace, crece y decae, y he relacionado esos ciclos con mis propios ciclos, relacionando velocidades y utilidades.

Entonces diré que comienzo a usar mi forma de pensar relacionante.

Y entonces me preguntaré por qué estoy en el Camino.

Por qué yo estoy en esta fecha y en este ciclo.

Entonces relacionaré grupos y acontecimientos, con la etapa histórica en que vivo,

entonces los fenómenos que ocurrirán no se me presentarán aislados como al hombre común, sino relacionados.

Esta relación será el hilo de la madeja. La madeja descubrirá el Sentido..."

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Extraido de: http://omarpal.blogspot.com/2009/08/la-fe-charla-de-mario-silo-1968-27-08.html
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martes, 29 de junio de 2010

Un juez de amplia visión - Antología de cuentos de la India y Tíbet - Recopilación de Ramiro Calle


Se requería un juez, pues el último de la localidad había muerto.

Se tenía constancia de la ecuanimidad y sabiduría de un yogui que vivía en un bosque cercano.

Las sencillas gentes de la localidad decidieron nombrarlo juez, y he aquí que pronto hubo de celebrarse la primera vista.

Con tal motivo llegó una de las partes y expuso su alegato.

El yogui-juez dijo:

-Tiene usted razón, toda la razón. Ahora voy a escuchar a la otra parte.

Tras escuchar a la otra parte, afirmó:

-Tiene usted razón, toda la razón.

El escribano no podía creerlo. Pero ¿qué clase de juez era ése que daba la razón a ambas partes? Enojado, dijo:

-Señor juez, está usted disparatando. ¿Cómo van a tener razón las dos partes?

El juez se dirigió al escribano y le dijo:

-Ciertamente tiene usted razón. ¿Cómo van a tener razón ambas partes?

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Top 20 Citas y frases célebres del ateísmo


1. La religión es el opio del pueblo. Karl Marx

2. No veo a ningún Dios aquí arriba.
Yuri Gagarin, hablando desde la órbita terrestre

3. En cinco siglos no nos ha dado amor, ni paz, ni justicia. Por favor tome su Biblia y devuélvala de nuevo a nuestros opresores, porque ellos necesitan más sus preceptos morales que nosotros.
Un grupo de indígenas peruanos al devolverle una Biblia al papa Juan Pablo II

4. Tu no necesitaste fe para volar... lo que necesitaste fue comprender lo que era el vuelo.
Richard Bach en Juan Salvador Gaviota

5. La búsqueda de dios es una ocupación inútil, pues no hay nada que buscar donde nada existe. A los dioses no se les busca, se les inventa.
Máximo Gorki (Novelista ruso)

6. La ignorancia y el miedo son los padres de toda superstición, la imaginación preocupada de hombre primitivo tejió la idea de dios.
Emma Goldman (Celebre feminista)

7. Durante la etapa primitiva de la evolución espiritual del género humano, la fantasía de los hombres creó dioses a su propia imagen.
Albert Einstein

8. Cuando una persona padece delirios se le llama locura. Cuando muchas personas padecen de un delirio, se le llama religión.
Robert M. Pirsig (Filósofo)

9. Si Dios no existiera, sería necesario inventarlo. Voltaire

10. Soy ateo gracias a dios. Luis Buñuel (Cineasta español)

11. Está dispuesto Dios a prevenir la maldad, pero no puede? Entonces no es omnipotente.
¿Puede hacerlo, pero no está dispuesto? Entonces es malévolo.
¿Es capaz y además está dispuesto? Entonces, ¿de dónde proviene la maldad?
¿No es él capaz ni tampoco está dispuesto? Entonces, ¿por qué llamarlo Dios?
Epicuro (Filósofo griego)

12. Lo que he hecho es mostrar que es posible que la forma en que comenzó el universo este determinada por las leyes de la ciencia. En ese caso, no sería necesario apelar a Dios para decidir como comenzó el universo. Esto no prueba que no exista dios, solo que Dios no es necesario.
Stephen Hawking (Científico)

13. Un mito es una religión en la que ya nadie cree.
James Feibleman (Filósofo estadounidense)

14. Las religiones, como las luciérnagas, necesitan de oscuridad para brillar.
Arthur Schopenhauer (Filósofo)

15. Todos somos ateos respecto a la mayoría de dioses en los que la humanidad ha creído alguna vez. Algunos simplemente vamos un dios más allá.
Richard Dawkins (Biólogo)


16. El hecho que un creyente pueda ser más feliz que un escéptico es tan cierto como decir que el borracho es más feliz que el hombre sobrio.
George Bernard Shaw (Famoso escritor irlandés)

17. Negar a Dios será la única forma de salvar el mundo. Friedrich Nietzsche

18. No sé si exista Dios, pero sería mejor para Su reputación que no.
Jules Renard (Escritor francés)

19. Es más fácil creer en Dios que aceptar nosotros mismos la culpa.
David Gerrold (Novelista)

20. Día vendrá en que el engendramiento de Jesús por el Supremo Hacedor como su padre, en el vientre de una virgen, será clasificado junto a la fábula de la generación de Minerva en el cerebro de Júpiter.
Tomás Jefferson

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Extraido de: http://www.taringa.net/posts/info/1375149/Top-20-Citas-y-frases-c%C3%A9lebres-del-ate%C3%ADsmo.html
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Frases sobre estilo de vida y actitudes - 29-06-2010

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Frases sobre estilo de vida y actitudes

1. ¿Qué se puede esperar de un día que comienza teniendo que levantarse?

2. El único fracaso es no regresar con vida.

3. Cuando se encuentre en un agujero, deje de cavar.

4. Todos conocen el camino pero muy pocos lo siguen.

5. ¿Prefiere usted tener razón o ser feliz?

6. Acabo de conocer a mi próxima ex mujer. “El pasajero 63″, película de Wesley Snipes.

7. Muchas cosas no nos atrevemos a emprenderlas no porque sean difíciles en sí, sino que son difíciles porque no nos atrevemos a emprenderlas.

8. Es posible creer en algo y no estar a la altura de tus creencias.

9. Soy ya viejo y he conocido muchos grandes problemas pero la mayoría de ellos jamás sucedieron.

10. Debe abandonar toda esperanza de un pasado mejor.

11. Si trabaja fielmente ocho horas al día, puede que al final llegue a ser el jefe y trabaje doce horas al día.

12. Dejemos el pesimismo para tiempos mejores.

13. El problema de la mayoría de la gente no es tanto su ignorancia como el saber tantas cosas que no son así.

14. Las cosas mejorarán a pesar de nuestros esfuerzos por mejorarlas.

15. La mejor venganza es vivir bien.

16. Gran parte de lo que llamamos razonamiento consiste en encontrar argumentos para seguir creyendo lo que ya creemos.

17. Este momento, como todos, es uno muy bueno si es que sabemos qué hacer con él.

18. En este mundo sólo existen dos tragedias. Una es no obtener lo que uno quiere y la otra es obtenerlo.

19. Lo bueno no es bueno cuando se espera lo mejor.

20. Si piensas que puedes, tú puedes. Y si piensas que no puedes, tienes razón.

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Extraido del muro de Paola Diaz en Facebook
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La muerte es una ilusión - Thich Nhat Hanh


"... El mayor de nuestros miedos es el de no existir o convertirnos en nada.

Muchos de nosotros creemos que nuestras existencias se inician en el momento de nacer o de ser concebidos, y que finalizan en el momento en que morimos.

Creemos que venimos de la nada y que al morir nos vamos a la nada.

Otros muchos piensan que han sido creados por un Principio Supremo y que a su muerte revivirán a la vida eterna.

En cualquier caso, estamos embargados por la angustia de la aniquilación.

Ante la muerte, parece que sólo cabe considerar dos opciones posibles:

creer en la eternidad de un alma indestructible,

o creer en la aniquilación de un cuerpo material perecedero.

Multitud de eruditos y filósofos preguntaron en muchas ocasiones al Buda sobre las filosofías opuestas del eternalismo y el nihilismo.

A aquellos que le preguntaron si existía un alma eterna, el Buda les respondió que no había un yo permanente; a aquellos que le preguntaron si al morir desaparecíamos en el olvido, les respondió que no había aniquilación. Fiel al camino medio, rechazó ambas ideas extremas.

A partir de su experiencia realizativa, el Buda considera la existencia de una manera totalmente distinta: Nunca hemos nacido y nunca podemos morir.

Nacimiento y muerte no son más que conceptos en nuestra mente.

El creer que son reales origina en nosotros una poderosa alucinación que nos hace sufrir.

El Buda enseñó que no hay ni nacimiento ni muerte, ni llegada ni partida, ni similitud ni disparidad, ni crecimiento ni disminución, ni un yo permanente ni la aniquilación.

Sólo creemos que existen.

Así, el terror que nos infunde la muerte está causado por nuestras percepciones e ideas erróneas sobre el ser y el devenir.

Ahora bien, cuando comprendemos que nuestra verdadera naturaleza original es el no-nacimiento y la no-muerte, nos liberamos del miedo al no-ser, a la aniquilación.

Ello requiere que observemos con suma atención y detenimiento las cosas, que penetremos a fondo en su naturaleza última.

Entonces conocemos la libertad y la alegría del camino medio que discurre entre los dos extremos del eternalismo y el nihilismo, y podemos disfrutar de la vida y apreciarla de una forma completamente nueva.

Shakespeare dijo por boca de Hamlet: «Ser o no ser, esa es la cuestión.»

El Buda dice: «No, esa no es la cuestión.»

En realidad es nuestra idea del ser y del no-ser la que nos confunde, la que nos hace creer que algo existe o no existe.

Tales ideas no pueden aplicarse a la realidad. No son más que convenciones que nos ayudan a relacionarnos con nuestro entorno.

Son conceptos que nos dan un punto de referencia, pero no son reales.

La realidad está libre de cualquier concepto o idea.

El Buda dijo que si uno queda atrapado en una idea creyendo que es «cierta», pierde la oportunidad de conocer la verdad.

El primer ejercicio de concienciación trata, pues, de liberarse de las ideas.

La libertad consiste sobre todo en estar libres de nuestros conceptos e ideas.

De lo contrario podemos sufrir mucho y también hacer sufrir a otros seres.

Sólo cuando nos desprendemos de todas esas ideas sobre el ser y el no-ser puede manifestarse la realidad tal cual es.

Cuando alguien preguntó al Buda: «¿Cuál es la causa de todo cuanto existe?»,

él se limitó a responder: «Esto es porque aquello es; esto surge porque aquello surge.»

Significa que todo depende de todo lo demás para manifestarse.

Cuando se dan todas las condiciones necesarias, las cosas se manifiestan; entonces decimos que existen.

Y cuando no se dan o fallan alguna o varias condiciones, aquellas cosas ya no pueden manifestarse y se retiran; entonces decimos que no existen.

Y esperan a que llegue el momento adecuado para volver a manifestarse.

Pero calificar a algo de existente o inexistente es un error, según el Buda, porque en realidad no hay nada que sea totalmente existente o inexistente.

Cuando perdemos a un ser amado hemos de recordar que no se ha convertido en nada.

«Algo» no puede convertirse en «nada» y «nada» no puede convertirse en «algo».

El ser amado no ha sido destruido, sólo ha adquirido otra forma.

Esta forma puede ser una nube, un niño o la brisa. Podemos ver al ser amado en cualquier cosa.

Nuestra verdadera naturaleza es la naturaleza del no-llegar y del no-partir.

No hemos venido de ninguna parte ni vamos a ninguna parte.

Cuando se dan todas las condiciones necesarias nos manifestamos.

Y cuando no se dan, dejamos de manifestarnos.

Pero esto no significa que no existamos. Simplemente no nos manifestamos.

Todo cuanto ha existido, existe o existirá está interconectado con todo lo demás y es interdependiente.

Todo cuanto vemos sólo se ha manifestado porque forma parte de algo más, de otras condiciones que permiten que se manifieste.

Puede que seamos lo suficientemente inteligentes como para entenderlo, pero no basta con entenderlo intelectualmente.

Lo único que vale es la experiencia directa. Observar la vida con atención.

Podemos aprender muchas prácticas para disminuir nuestra tristeza y sufrimiento, pero la crema de la sabiduría iluminada es percibir la verdad del no-nacimiento y la no-muerte.

Reconocer que nuestra naturaleza es el no-nacer y el no-morir, el no-llegar y el no-partir, el no-ser y el no no-ser, lo no-similar y lo no-diferente.

Hacerlo más allá de toda idea u opinión es liberarse del miedo, es alcanzarla iluminación, es vivir plenamente en el inter-ser.

Ello requiere dedicar un tiempo en nuestra vida cotidiana a la práctica de la meditación. Y perseverar.

Entonces podremos observar a fondo la naturaleza de las cosas con el poder de la consciencia y la energía de la concentración y de la clara visión.

La dirección de la felicidad es el momento presente. En él está cuanto necesitamos saber.

Reservamos un espacio de tiempo para observarnos a fondo.

La respuesta está dentro de nosotros.

Para que se manifieste sólo necesitamos una condición más: la naturaleza búdica, la capacidad de comprender y percibir nuestra naturaleza real tal cual es.

Un maestro no puede dárnosla; sólo puede ayudarnos a entrar en contacto con la naturaleza despierta, con la gran comprensión y compasión que hay en nosotros.

Esta forma de practicar nos permite vivir sin miedo y morir serenamente, sin lamentar nada.

Al igual que los grandes seres, cabalgamos libremente sobre las olas del nacimiento y la muerte.

Y al vivir y morir así podemos también ayudar a muchas personas que nos rodean a vivir y a morir en paz.

Si nuestra presencia es firme y serena, la persona moribunda no se sentirá demasiado asustada y apenas sufrirá.

A muchos de nosotros el no-ser nos asusta. Y esta angustia nos hace sufrir mucho.

Por eso, es necesario revelar al moribundo la realidad de que somos una manifestación y una continuación de muchas manifestaciones.

Hacerle comprender la verdad de que «nada nace, nada muere»...".

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Extraido de: http://www.facebook.com/omarpaladini#!/note.php?note_id=10150224846435393&id=1589814678&ref=mf
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Video de Thich Nhat Hanh entrevistado por Oprah Gail Winfrey, donde brevemente expone estos conceptos: Thich Nhat Hanh - La Muerte es una Ilusión - https://www.youtube.com/watch?v=qFf55Hmyy2c 
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Arreglar el Mundo - Gabriel García Márquez

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Arreglar el Mundo - Gabriel García Márquez

Un científico, que vivía preocupado con los problemas del mundo, estaba resuelto a encontrar los medios para aminorarlos. Pasaba sus días en su laboratorio en busca de respuesta para sus dudas.

Cierto día, su hijo de seis años invadió su santuario decidido a ayudarlo a trabajar, el científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lado.

Viendo que era imposible sacarlo, el padre pensó en algo que pudiera entretenerlo.

De repente se encontró con una revista, en donde había un mapa con el mundo, justo lo que precisaba.

Con unas tijeras recortó el mapa en varios pedazos y junto con un rollo de cinta se lo entregó a su hijo diciendo:

“como te gustan los rompecabezas, te voy a dar el mundo todo roto para que lo repares sin la ayuda de nadie.”

Entonces calculó que al pequeño le llevaría 10 días componer el mapa, pero no fue así.

Pasadas algunas horas, escuchó la voz del niño que lo llamada calmadamente. "Papá, Papá, ya hice todo, conseguí terminarlo".

Al principio el Padre no creyó en el niño. Pensó que sería imposible que a su edad, haya conseguido componer un mapa que jamás había visto antes.

Desconfiado, el científico levanto la vista de sus anotaciones, con la certeza de que vería el trabajo digno de un niño.

Para su sorpresa, el mapa estaba completo. Todos los pedazos habían sido colocados en sus debidos lugares.

¿Cómo era posible?, Cómo el niño había sido capaz?

–“Hijito, tu no sabías cómo era el mundo, cómo lo lograste?”

–“Papá, yo no sabía cómo era el mundo, pero cuando sacaste el mapa de la revista para recortarlo, vi que del otro lado estaba la figura del hombre.

Así, que di vuelta a los recortes, y comencé a recomponer al hombre, que sí sabía como era.”

“Cuando conseguí arreglar al hombre, di vuelta a la hoja y vi que había arreglado al mundo.”

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Extraido de: http://foros.proverbia.net/topic.asp?TOPIC_ID=5762&whichpage=3
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lunes, 28 de junio de 2010

La Fé – Encuentros con hombres notables

 
Extraído de un fragmento de la película sobre la vida de Gurdjieff

"Encuentros con hombres notables".

"...- Profesor: Padre Giovanni… ¿Cómo puede usted quedarse aquí en lugar de regresar a Italia y dar a conocer algo de la fe que usted me inspira?

.- Padre Giovanni: Profesor, usted no entiende la psique humana tanto como sabe de arqueología. La fe no puede darse al hombre.

La fe no es el resultado del pensamiento. Viene del conocimiento directo.

Por ejemplo: Si mi propio hermano me implorara para que le pasara un décimo de mi conocimiento. Yo no puedo. Porque él no tiene el conocimiento ni las experiencias que yo adquirí a durante mi vida… esto seria como querer llenar a alguien de pan solamente orando por él.

.- Hermano 1: Existe una ley. La calidad de lo que usted entiende… depende de la calidad de la persona que le habla.

.- Padre Giovanni: En nuestra orden, tenemos dos hermanos muy viejos. Uno es llamado hermano Ajal. El otro, hermano Sez.

Ellos constantemente viajan de un monasterio a otro para orar allí. Una o dos veces al año vienen hasta nosotros. Esto es siempre un evento muy especial.

.- Hermano 1: Cuando el hermano Sez habla es como el sonido de los pájaros en el paraíso

.- Hermano 2: El discurso del hermano Ajal tiene el efecto contrario. El habla mal y de forma confusa.

La fuerza de la impresión dejada por el hermano Sez rápidamente se evapora y pronto nada permanece.

El hermano Ajal no deja casi ninguna impresión. Pero lo que el dice, penetra en el corazón y permanece allí.

.- Hermano 1: Entonces todos sacamos la conclusión de que los sermones del hermano Sez vienen completamente de su mente y actúan en nuestras mentes, pero los del hermano Ajal vienen directamente de su ser y actúan directo en nuestro ser.

.- Padre Giovanni: Sí, profesor: pensamiento y comprensión son diferentes.

Uno debe llevarnos al conocimiento, y el otro nos permite estar despiertos a la vida...".


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Extraído de: http://www.youtube.com/watch?v=bn-ZSbQ7N6M
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Mitos Chinos - El Vacío Central - El Dragón y el Fénix - Mitos Raíces Universales - Silo


El Vacío Central

El Tao es un recipiente hueco, difícil de colmar. Lo usas y nunca se llena.

Tan profundo e insondable es que parece anterior a todas las cosas...

No se sabe de quién es hijo. Parece anterior a los dioses.

Treinta rayos convergen hacia el centro de una rueda, pero es el vacío del centro el que hace útil a la rueda.

Con arcilla se moldea un recipiente, pero es el espacio que no contiene arcilla el que usamos como recipiente.

Abrimos puertas y ventanas en una casa, pero es por sus espacios vacíos que podemos utilizarla.

Así, de la existencia provienen las cosas y de la no existencia su utilidad.

Todo era vacío y Pangu dormía en el interior de eso que estaba unido, de eso que fue llamado «infinita profundidad».

Entonces despertó. De inmediato rompió con su hacha, el huevo que lo encerraba.

En miríadas de pedazos aquello se separó velozmente. Los trozos más livianos y los más pesados fueron en diferente direcciones.

Para evitar que nuevamente se juntaran, Pangu se colocó en el centro vacío solidificando el cielo y la tierra.

Él fue como una columna que dio equilibrio a la creación. Luego descansó y se fue durmiendo nuevamente hasta que su cuerpo dio lugar a numerosos seres.

De un ojo salió el sol y del otro la luna. Con su sangre se formaron los ríos y los lagos.

Los animales salieron de su piel. El pelo se tornó en hierbas y sus huesos en minerales.

En esos primeros tiempos vivían en la tierra dioses, gigantes y monstruos.

La diosa madre Nüwa, era en su mitad superior muy hermosa y en su mitad inferior se asemejaba a un dragón.

Recorría y visitaba todos los lugares pero finalmente descubrió que faltaban seres más perfectos e inteligentes que los gigantes.

Entonces fue hasta el Río Amarillo y moldeó con arcilla a los primitivos seres humanos.

Los hizo parecidos a ella pero en lugar de cola de dragón les puso piernas para que caminaran erguidos.

Viéndolos graciosos, decidió hacer muchos. Para ello tomó un junco y fue lanzando gotas de limo que al caer sobre la tierra se convirtieron en mujeres y hombres.

De este modo, cuando ellos empezaron a reproducirse por sí mismos, la madre celestial se dedicó a crear otros seres.

Fushi, compañero de la diosa, vio que los hombres aprendían y entonces se ocupó en enseñarles a hacer fuego frotando maderas.

Luego les dio cuerdas y les indicó cómo protegerse del hambre y de la intemperie.

Finalmente, les otorgó el arte de los hexagramas al que llamó I Ching.

Este fue con el tiempo conocido como el Libro de las Transformaciones y de la adivinación.

Llegó el día en que los inmortales discutieron y, entrando en guerra, pusieron en peligro al Universo. Diluvios y catástrofes asolaron la tierra.

Hasta que, por último, el dios del fuego prevaleció sobre las aguas.

Todavía los gigantes quisieron disputar el poder a los eternos, pero los dioses en indecible cólera cortaron sus cabezas, haciéndolas rodar hasta el fondo de los obscuros abismos.

El Dragón y el Fénix

Cuando todavía las aguas no estaban controladas y los ríos en su desborde arrasaban los campos, la diosa madre procreó benéficos descendientes que terminaron ordenando ese caos diluvial.

Trabajando en el control de los ríos, de los lagos, del mar y de las nubes, los brillantes dragones navegaron por las aguas y el cielo.

Con zarpas de tigre y garras de águila, rasgaban con estruendo las cortinas de lo alto que chispeando ante el descomunal embate dejaban en libertad a las lluvias.

Ellos dieron cauce a los ríos, contención a los lagos y profundidad a los mares.

Hicieron cavernas de las que brotaba el agua y por conductos subterráneos las llevaron muy lejos para que surgieran de pronto, sin que el asalto abrazador del sol las detuviera.

Trazaron las líneas que se ven en las montañas para que la energía de la tierra fluyera, equilibrando la salud de ese cuerpo gigantesco.

Y muy frecuentemente tuvieron que luchar con las obstrucciones que provocaban los dioses y los hombres ocupados en sus irresponsables afanes.

De sus fauces brotaba como un humo la niebla, vivificante y húmeda, creadora de mundos irreales. Con sus escamosos cuerpos serpentinos cortaban las tempestades y dividían los tifones.

Con sus poderosos cuernos; con sus afilados dientes, ningún obstáculo era suficiente, ningún enredo podía permanecer. Y gustaban de aparecerse a los mortales.

A veces en los sueños, a veces en las grutas, a veces en el borde de los lagos, porque en éstos solían tener sus escondidas moradas de cristal en las que bellos jardines se ornaban con frutos destellantes y con las piedras más preciosas.

El Long inmortal, el dragón celeste, siempre puso su actividad (su Yang) al servicio del Tao y el Tao lo reconoció permitiéndole estar en todas las cosas, desde lo más grande a lo más pequeño, desde el gran universo hasta la partícula insignificante.

Todo ha vivido gracias al Long. Nada ha permanecido inmutable salvo el Tao innombrable, porque aún el Tao nombrable muda y se transforma gracias a la actividad del Long. Y ni aún los que creen en el Cielo y el Infierno pueden asegurar su permanencia.

Pero el Long ama al Feng, al ave Fénix que concentra el germen de las cosas, que contrae aquello que el Long estira.

Y cuando el Long y el Feng se equilibran el Tao resplandece como una perla bañada en la luz más pura.

No lucha el Long con el Feng porque se aman, se buscan haciendo resplandecer la perla.

Por ello, el sabio arregla su vida conforme al equilibrio entre el Dragón y el Fénix que son las imágenes de los sagrados principios del Yang y el Yin.

El sabio se emplaza en el lugar vacío buscando el equilibrio.

El sabio comprende que la no-acción genera la acción y que la acción genera la no-acción.

Que el corazón de los vivientes y las aguas del mar, que el día y la noche, que el invierno y el verano, se suceden en el ritmo que para ellos marca el Tao.

Al fin de esta edad, cuando el universo haya llegado a su gran estiramiento, volverá a contraerse como piedra que cae.

Todo, hasta el tiempo, se invertirá volviendo al principio.

El Dragón y el Fénix se reencontrarán. El Yang y el Yin se compenetrarán, y será tan grande su atracción que absorberán todo en el germen vacío del Tao.

El cielo es alto, la tierra es baja; con esto están determinados lo creativo y lo receptivo... con esto se revelan los cambios y las transformaciones.

Pero nadie puede saber realmente cómo han sido ni cómo serán las cosas, y si alguien lo supiera no podría explicarlo.

El que sabe que no sabe es el más grande; el que pretende que sabe pero no sabe, tiene la mente enferma.

El que reconoce la mente enferma como que está enferma, no tiene la mente enferma.

El sabio no tiene la mente enferma porque reconoce a la mente enferma como la mente enferma.
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domingo, 27 de junio de 2010

Expansión y Concentracion - Marisol Lopez Aguilera


Un día reflexionaba profundamente sobre el sufrimiento, estando en el sufrimiento mismo.

Otro día, me veía reflexionando sobre el placer, estando en el placer mismo.

Un tercero, me estaba preguntando que era el placer y que era el sufrimiento. Experimentando ambos.

Desde esos días "algo" en mi sabe cuando sufro o no. Y le avisa a mi cuerpo.

Bien.


El placer lo experimento, en ultima reducción, como expansión. Corporal y mental.

El sufrimiento , también en el ultima reducción, como concentración.

Esto de la concentración y la expansión me llamo la atención.

Se me vino la imagen fotográfica que casi todos tenemos del Big-Bang.


Entonces me dije si el universo nace de una gran explosión, todo lo que nazca de aquella explosión tiene que tener algunas características de aquella explosión.(Sino todas).

Y esas características seria esto de la concentración y la expansión...

Mucho, muchísimo tiempo después, nosotros estamos aquí, ahora.

La concentración la hemos traducido como tensión y la experimentamos como sufrimiento, al revés, la expansión la traducimos como distensión y la experimentamos como placer.

Recuerdo haber pensado, " Si yo pudiera acordarme de esta reflexión cada vez que estos fenómenos aparecieran en mi vida,...abre superado el dolor y el sufrimiento!

Todo se reduce y No, al fenómeno de Expansión y Concentración.

La vida es expansión y concentración.

La vida fluye y refluye...


Me acompaña estos días una fuerte intuición...

La registro profunda y ampliamente expansiva, atenta y amorosa.

Intuyo la Bondad.

Agradezco la experiencia...
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Conocer, Saber y Hacer - Antonio Alanís Huerta


¿Qué es el conocimiento?

El conocimiento es el producto de la acción intencionada del sujeto por saber más de los objetos que lo rodean y de los hechos y situaciones de su entorno.

Conocer, es una facultad del ser humano; desde su origen etimológico, cognocere refiere al uso del intelecto para aprehender las características y estructura de los objetos de conocimiento.

En resumen, la acción de conocer es una intención del sujeto para dirigir su interés hacia un objeto o hecho determinado.

Entre el sujeto y el objeto se da una relación de implicación mutua; por una parte, en el proceso de aprehensión que hace el sujeto del objeto, el primero se transforma; es decir, se ve influenciado por las características del objeto; es decir, el objeto determina al sujeto a través de la experiencia.

Así, por ejemplo, un libro, como objeto, puede transformar la conciencia del sujeto(1), cuando éste, de manera intencionada se interesa en su lectura y aprehensión.

El sujeto cambió su estado original de conciencia frente al objeto; y éste ha quedado intacto en su esencia.

En el proceso de adquisición de experiencia, el sujeto se confronta con los objetos; el sujeto se moviliza y se activa frente al objeto, que permanece pasivo; y al aprehender las propiedades del objeto lo hace de manera receptiva.

El objeto de conocimiento no siempre es un objeto inanimado y físico; el objeto de conocimiento también puede ser un sujeto o sujetos en situación; de igual manera, el objeto de conocimiento también puede ser abstracto, como por ejemplo lo referido a conceptos y sus relaciones con la dinámica social y las formas de pensamiento de los sujetos sociales.

En la ya clásica relación sujeto-objeto de la teoría del conocimiento, el sujeto aprehende las características y cualidades del objeto; más allá de su apariencia. Es decir, el sujeto actúa con intención ante el objeto; su objeto de conocimiento.

La información que el sujeto obtiene del objeto, en ese proceso intencionado de conocer, es el conocimiento.

Y su organización lógica, sistematizada y convergente en torno a una guía analítica de integración lo convierte en un saber; un nuevo saber sobre el objeto de estudio.

Y en ese momento pasa a formar parte del elemento pasivo del proceso; al cúmulo de saber existente sobre un tema u objeto de interés.


¿Qué es el saber?

El saber en sí mismo es un conjunto de conocimientos desarrollados y acumulados en torno a un objeto de interés. Pero también el saber ayuda a explicar un proceso o un conjunto de situaciones que comparten elementos comunes; que se determinan o se complementan entre sí.

El saber también es información existente en torno a un interés u objeto de estudio; referido a procesos y situaciones donde interactúan los sujetos.

El saber es conocimiento lógicamente ordenado por los sujetos que lo producen; y reutilizado por los usuarios de conocimientos. Lo cual suele suceder cuando se estudia un campo profesional o se realiza alguna actividad productiva material o intelectual.

El saber es un instrumento que utiliza el sujeto para sustentar un discurso sobre un tema particular. Y cuando se utiliza en este sentido, el saber, genera frecuentemente saberes, no planteados originalmente. Por lo que se puede concluir que la herramienta básica para crear un conocimiento es el propio saber utilizado.

El interés por el saber parte de la premisa de la ignorancia activa; es decir, cuando se asume que no se sabe o que se es ignorante de las partes que constituyen o explican los procesos, los hechos o las situaciones, a partir de ese momento se inicia el proceso de saber para conocer.

En el contexto de las ciencias sociales un mismo saber puede tener o generar diversos sentidos; según sea el enfoque con que se maneje dicho saber.

Empero, en las ciencias naturales, lo que determina la cientificidad del saber generado justo es el criterio de la uniformidad en el significado.

Pues no hay que olvidar que "la ciencia observa, explica, interpreta y formula enunciados y secuencias de enunciados".


Saber y conocimiento

Como ya planteó al principio, el conocimiento es producto de una acción intencionada por saber más de los procesos, de los hechos o de las situaciones que ocurren en contextos sociales.

En la búsqueda del conocimiento se aplican saberes que ya existen sobre el tema u objeto de interés.

Y si el conocimiento encontrado es producto de una intención del sujeto, es porque se pretende darle una aplicación; se pretende satisfacer la intención inicial.

Y en la aplicación intencionada entra en juego el marco valórico, producto de la cultura y de la experiencia de cada sujeto.

Desde la perspectiva del capital humano, la adquisición de conocimiento profesional es una inversión.

Es una inversión en conocimiento que el sujeto pretende recuperar en el corto plazo con la venta de sus servicios profesionales.

De tal manera que la intención es económica; aunque, en el proceso de formación profesional es necesario, y recomendable, que la intención estrictamente pragmática del conocimiento, sea matizada por otras intenciones, es decir, motivaciones de carácter cultural; valores que formen el espíritu científico y cultural; pues el ser humano es sensible, por excelencia, a los valores humanos universales como, el servicio a los demás, la cooperación, la solidaridad y el respeto a la vida.


Pero entonces, ¿qué diferencias conceptuales existen entre saber y conocimiento?

En primera instancia cabe señalar que los dos conceptos se utilizan como sinónimos. Y hay que apuntar que no falta razón para hacerlo así. No obstante, sí existen diferencias cualitativas.

Tomemos como ejemplo el saber pedagógico y la investigación educativa; o el saber de la física y la investigación de los fenómenos físicos.

El saber es, en efecto, un conjunto de conocimientos sistematizado, lógicamente ordenados en libros, revistas, archivos, disquetes o manuscritos; referidos todos ellos a un campo específico del conocimiento. Pude incluso afirmarse que es un conocimiento pasivo; ya es historia(2).

En cuanto al conocimiento, éste constituye el elemento activo o el propósito de la investigación que emprende el sujeto.

Uno de los productos que obtiene el sujeto en el proceso de conocer es la experiencia; otro es la transformación de su estructura cognoscitiva; y después de ese proceso de aprehensión de las características del objeto, el sujeto ya no es el mismo.


Saber y conocer para saber hacer

En toda acción que realiza el sujeto está presente su cultura y su experiencia; y estos dos elementos diferenciadores son los que determinan el grado de significatividad y el sentido que toma el saber utilizado en la docencia.

Para saber hacer, es imprescindible saber y conocer; es decir, la tercera función intelectual importante en los procesos de aplicación de conocimiento es el dominio de procesos para la concreción de elaboraciones teóricas y abstractas.

Saber hacer es la demostración de congruencia entre lo que se dice que se sabe y lo que se hace.


El saber educativo y el saber pedagógico

La educación como disciplina científica que estudia los hechos y las situaciones educativas, toma a estos hechos y situaciones como objeto de conocimiento.

De tal manera que la pedagogía, como disciplina que estudia las relaciones y problemas de la enseñanza y el aprendizaje proporciona el marco metodológico para la solución de problemas pedagógicos.

El marco teórico para la interpretación y explicación de los problemas pedagógicos se construye a partir de las aportaciones de las ciencias de la educación; entre las que podemos destacar, de acuerdo con Mialaret, a la filosofía, la sociología, la economía, la política, la psicología, la antropología y la historia

En consecuencia, el conocimiento generado en el campo de las ciencias de la educación exige del concurso de diversas disciplinas; requiere de las aportaciones y experiencia de diversos especialistas.

En síntesis, en la producción de conocimiento educativo, la experiencia y la teoría se conjugan y se complementan; a veces se conflictúan tratando una u otra de imponerse, llegando frecuentemente a pretender sustituirse; negación de la negación, postula una de las leyes de la dialéctica, es la afirmación.

Sustitución, borramiento y complementación son procesos y simultáneamente estadios de la dinámica de las relaciones entre los sujetos.


Conclusiones

En conclusión, existe un saber pasivo, acumulado, tanto en la pedagogía como en la física;

y existe un saber activo, que denominamos conocimiento intencionado; buscado permanentemente por los estudiosos, motivados por su ignorancia creadora; cuyo sustento es la duda metódica; la que sostiene la inconformidad y la inquietud por saber más de lo sabido en torno a los objetos de interés temático.

Si existe el interés, hay motivación por aprender; o viceversa, si existe la suficiente motivación por el objeto de estudio, habrá interés del sujeto por aprender; por saber más y por conocer.

Los saberes se refieren a hechos, situaciones y objetos; los hechos pueden ser físicos o naturales e incluso sociales;

las situaciones se desarrollan en los contextos y en ellas participan sujetos sociales;

en este sentido, los sujetos se convierten en objetos de conocimiento.

Los objetos son producto del hombre para su confort y beneficio;

y frecuentemente los problemas surgen por la posesión de los objetos.

Así, los objetos, siendo producto de la creatividad del hombre, suelen ser el origen de su propia destrucción.

Saber hacer es resolver problemas;

los problemas de orden práctico demandan soluciones prácticas;

por lo tanto, un problema que es resultado de las relaciones dialógicas y plurales entre los sujetos o que es motivo de los conflictos sociales, exige soluciones que demuestren un producto concreto, tangible y satisfactorio para las partes en conflicto.

En estos casos, las soluciones no pueden ser abstractas ni solamente explicativas;

no pueden ser elaboraciones conceptuales y teóricas; han de ser soluciones fácticas.


Bibliografía

1) HESSEN Johannes. Teoría del Conocimiento. Editores Unidos, S.A., México, primera edición, 1977, (23-25), 183,p.p.

2) MIALARET Gaston. Ciencias de la Educación. Edit. Oikos-tau, S.A., Barcelona, España, (43-50), 1977, 117, p.p.

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Antonio Alanís Huerta es Doctor en Ciencias de la Educación por la Universidad de Caen, Francia. Actualmente es Coordinador General de la Comisión Estatal para la Planeación de la Educación Superior en Michoacán (COEPES) y Profesor del Centro de Actualización del Magisterio en Michoacán (CAMM).
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